"Amar es destruir, y ser amado, es ser destruido". "Me amas,
¿Real o no real?", "My name is Ron. Ron Weasley", "Lo juro por
el Ángel Raziel", "El fuego se propaga, y si nosotros ardemos, tú
arderás con nosotros", "Switch and flip: Vingardium Leviôsa".


jueves, 11 de julio de 2013

Lazos de Sangre: Latido (IX)

—No, no necesito tu ayuda —dijo Peter con fatiga en el pasillo, y oí la puerta de su habitación cerrándose un instante después—. Jane, te sugiero que vuelvas a la habitación y descanses. —Miré de reojo a Milo y, por la cara que ponía, adiviné que también él los estaba oyendo. 
—No necesito descansar más. Estoy aburrida —replicó Jane con aquella voz de niñita que fluctuaba entre el tono de una fulana y un gimoteo. Peter debía de haber ido a su habitación para buscar alguna cosa y, luego, ella debía de haber salido al pasillo con él. 
—Pues lee alguno de los libros que tengo ahí —dijo Peter —. O si no te apetece leer, puedes ponerte una de las películas de Jack. O a lo mejor podrías darle la lata a cualquiera de las otras seis personas que viven en esta casa para que te entretengan un rato. 
—Vamos, apuesto a que tú conoces un montón de maneras de entretenerme. —Jane estaba en el pasillo y no podía verla, pero la conocía lo bastante como para saber que estaba tocándolo por algún lado. Acariciándole el brazo o poniéndole la mano en el pecho. mano en el pecho. 
—Te aseguro que no soy muy bueno entreteniendo a la gente —dijo Peter, sintiéndose de lo más incómodo, y Milo sonrió socarronamente. 
—Pues a lo mejor yo sí puedo entretenerte. —La voz de Jane había bajado el volumen y adquirido un tono más sensual. 
—Precisamente para eso había venido a coger un libro. Para entretenerme —dijo Peter, con palabras casi entrecortadas. 
—¿Y no te cansas de entretenerte solo? 
—Jane, vuelve a la habitación —le rogó Peter, suspirando. Si estaba tocándolo, en aquel momento retiró la mano. 
—No a menos que me acompañes —dijo Jane, ignorando el rechazo. 
—No, no pienso hacerlo —le espetó Peter—. El papel de niñita perversa tal vez te funcione con cierta gente, pero no conmigo. Estás tan sucia y mugrienta que no te mordería ni aunque estuviera muerto de hambre. El único motivo por el que te permito permanecer en mi habitación es por lo mucho que significas para Alice, aunque ni que me maten comprendo dónde te encuentra la gracia. Eres tan sosa y tan engreída que jamás me hubiera imaginado que un humano pudiera alcanzar tales niveles y te recomiendo que no te cruces más en mi camino. 
—Por Dios —susurró Milo. Jane no dijo nada, pero oí que se abría la puerta y que empezaba a llorar incluso antes de cerrarla a sus espaldas. 
Cuando Peter se puso en marcha, salí al pasillo dispuesta a darle mi opinión. Debería haber salido antes y defender a mi amiga.
—¡Peter! —dije en voz baja para que Jane no pudiera oírme. Peter se volvió hacia mí, suspirando—. ¿No te parece que eso ha sido un poco duro? 
—No, la verdad es que no —dijo Peter sin mirarme a los ojos.

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